lunes, 24 de mayo de 2010

Madame de l'inconnu


La fascinante vida de los muertos.

sábado, 22 de mayo de 2010

.U.LI.SES.



Cuando vienes a casa y Yoyo sale a la puerta a recibirte me hace mucha ilusión.
Luego, cuando me busca le digo por dentro,
'¡No, no! A mi no...'





Aunque el cartón y la lana son materiales de mi agrado debo admitir que Ulises no está hecho de estos y tampoco de cristal. Lo sé porque no tintinean sus patitas al andar por el suelo de madera de la casa misteriosa en la que habita.
Cuando era pequeña pensaba que todo el mundo era quién era por su nombre, como si el carácter de este, más o menos frecuente, más o menos sonoro, más o menos hermoso, se filtrara por los poros de la piel de cada cual hasta arraigarse en lo más profundo del alma. Por eso al conocer a Ulises volví a creer en la infancia y sus devaneos, recreé su vida anterior a nuestro gran encuentro y desvelé su identidad en un secreto único para mi.

Ulises caminaba elegante y tranquilo con una sonrisa minina en la cara. Sus bigotes afilados hablaban de su clase, poesía: del futuro de nuestra amistad. Y aunque entonces yo sólo viera piezas fundamentales de la naturaleza de un gato, lo que en verdad contaban esos gestos, esas dotes, era la personalidad más sublime nunca encontrada bajo el pelaje de un animal. De una animal de este tipo, claro, porque los perros, los pájaros, los conejos... demuestran cada uno a su manera el interés que lo humano les evoca, el sentimiento biológico que son capaces de experimentar.

viernes, 14 de mayo de 2010

Gloria


Por las mañanas te revuelves en la cama y se oye desde la cocina, se oye la sábana, como si hiciera ruido ese pobre trozo de tela.
Normalmente ha salido el sol y entonces se remueve en el cielo, parece que baila un rato con las nubes, como si danzara ese eterno brío de luz.
En la mentira, al menos nos hace sentir afortunados a los que estamos despiertos en la cocina y escuchamos el silencio del que aún duerme. Todo se hace suave, el aire suave que exhalas con cada nuevo cuento que te conduce despacio al despertar de los ojos abiertos y el ruido de tu sábana, como si ésta pudiera cantar.
Si las sábanas cantaran, digo, si sonaran como suenan las campanas, contarían hermosas historias de amor, de infancia y debilidad.

En la fe de la mañana encuentro el perdón, la piedad sobre todas las cosas que no se saben comportar.

miércoles, 12 de mayo de 2010

M. LOVE








http://open.spotify.com/track/0JTnoOVBBZiWaRAKgeq3K7

lunes, 3 de mayo de 2010

Lo tienen todo para ser abuelos

Mi abuela fue una costurera afamada en el departamento de su fábrica por los hermosos tarareos que acompañaba al ritmo de las agujas mecánicas. Se casó a los 24 años con mi abuelo y dejó el trabajo de las máquinas por el de las ollas.
Dice que si volviera a nacer hoy no le verían el pelo. Dice también que cuando se mira en el espejo sigue viendo su cara de hace 30 años. Y que esa de la foto que acabo de sacarle no es ella.
Cuando ahora tararea suena un pajarito.












Mi abuelo fue revisor de autobuses, zapatero, mecánico y manitas. Lo que más le ha gustado siempre es ir al campo con las tarteras, cuantos menos bultos mejor. Aunque no parecía pasarlo bien, sí disfrutaba. O eso dice hoy, que ya no puede ir.
Dice también que se le han quedado unas rodillas de papel. El otro día se fue a dar el paseo con tan mala suerte que tropezó y se rompió una mano. La izquierda.